Cuando hablamos de cocinas y baños, dos de las superficies más populares que vienen a la mente son el cuarzo y el granito. Ambos materiales tienen sus pros y contras, y la elección entre ellos puede depender de varias consideraciones prácticas y estéticas. Si se trata de un hogar con alto uso, es crucial entender cómo cada material responde al desgaste diario.
El cuarzo, una superficie compuesta que consiste en aproximadamente 93% de cuarzo molido mezclado con resina, ofrece una durabilidad impresionante. No es poroso, lo que significa que no absorbe líquidos tan fácilmente como el granito. Esto puede ser una ventaja significativa en cocinas de alta actividad donde los derrames son frecuentes, ya que no tendrás que sellar la superficie con regularidad. Según algunos fabricantes, el cuarzo no requiere mantenimiento anual, lo que a largo plazo podría representar un ahorro.
Por otro lado, el granito, una piedra natural extraída directamente de la tierra en bloques, necesita ser sellada para evitar manchas, generalmente una o dos veces al año. Sin embargo, muchos aprecian la singularidad de cada pieza de granito, que ofrece patrones únicos y una sensación más orgánica. Aunque el granito es muy resistente al calor, es importante evitar colocar directamente ollas calientes sobre su superficie para no arriesgarse a dañarla. Un punto a favor del granito es su precio, que puede variar significativamente dependiendo de la rareza y los patrones, con opciones desde 50 hasta 200 euros por metro cuadrado.
Desde el punto de vista estético, el cuarzo está disponible en una amplia gama de colores y patrones, algunos de los cuales imitan la apariencia del mármol y el granito, permitiendo una personalización mayor. Empresas como Silestone y Caesarstone han sido pioneras en desarrollar diseños innovadores que se adaptan a diferentes estilos de cocina. El granito, en cambio, siempre ofrecerá una conexión más directa con la naturaleza debido a su origen.
Siendo pragmático, ¿cuál de los dos materiales ofrece mejor resistencia para un hogar de alto uso? Aquí, el cuarzo se lleva la ventaja debido a su composición no porosa que le permite resistir manchas mejor que el granito. Además, no se ve afectado por los ácidos comunes en la cocina, como el jugo de limón o el vinagre, que podrían dañar el sellador del granito con el tiempo.
En última instancia, la elección entre cuarzo y granito puede depender también del presupuesto inicial. Si bien ambos pueden variar en precio, el costo de mantenimiento anual del granito puede sumarse poco a poco. Al decidir qué material utilizar, uno debe considerar el tiempo que planean quedarse en la vivienda, ya que un mantenimiento frecuente podría no valer la pena para inquilinos a corto plazo.
En conclusión, en función de la resistencia al desgaste, flexibilidad de diseño y costo de mantenimiento, muchas personas optan por el cuarzo en hogares con alto uso. Sin embargo, el granito sigue siendo una opción sólida para quienes buscan una estética única y están dispuestos a invertir tiempo en su cuidado.